jueves, 17 de marzo de 2016

LA REGLA DE ORO DE LA ENSEÑANZA

Todos los trabajos y labores que realizamos en este planeta, sean cuales sean, si antes de hacerlos no conocemos la regla de oro, tenemos todas las papeletas para que se convierta en 
un fracaso. Cojamos algo sencillo de entender, empapelar una habitación por ejemplo, podemos tener mejores o peores materiales y tener mayor o menor destreza, pero si no sabemos qué se ha de empapelar desde el fondo de la habitación hacia la puerta, por mucho que nos esforcemos, todos los defectos de la pared y de las juntas se verán nada más entrar en ella. Ahora algo más delicado, como una instalación eléctrica en casa o profesionalmente, si no sabes que por muchos operarios o ayudantes que tengas, hay una cosa que jamás deben hacer por ti y es quitar y dar la luz, si no también tienes todas las papeletas para que un día te electrocutes, pensando que esta quitada la luz. Solo si uno lo hace cada vez, sabrá si está dada o quitada. Y así podríamos seguir uno a uno, con todos los trabajos y oficios, siempre encontraríamos esa regla o reglas de oro imprescindibles para tener éxito en ellos y en muchas ocasiones, no lesionarnos en realizarlos. Dicho esto, podemos entrar de lleno en el tema que nos ocupa y lo haré diciendo que la regla de oro en la enseñanza, brilla por su ausencia y después de lo que diré a continuación, nadie me podrá discutir que sin ella, no vamos a buen puerto. Tenemos ante nosotros, la sal de la vida, el futuro de nuestros hijos, y de los hijos de sus hijos, de nietos y biznietos, es decir, el bienestar de todos nosotros y del planeta, vosotros juzgareis si es poco...Estamos delante de uno de los temas, por no decir el más importante de los que hay en esta vida. Pero señores lo tenemos muy crudo, porque la asignatura más importante, la educación personal brilla por su ausencia y de ella depende que seamos atendidos en el día a día por personas profesionales. Esta asignatura que en mis tiempos se llamaba sociales, tendría que estar presente hasta el final de cualquier carrera o estudios sea cual fuera sin excepción y además convertirla en indispensable para pasar al siguiente curso. Y si no que alguien me diga, de que nos sirve un médico, electricista, mecánico, o político, irresponsable, mal educado y sin ética. Las cosas funcionarían mejor si le diéramos la importancia que se merece y pusiéramos más medios y recursos para que la enseñanza fuera en los primeros lugares y tal como la constitución reza un derecho y por tanto gratuita y al alcance de todos sin distinción. Me parece que está muy claro que es el futuro de la raza humana, pero la educación se centra en otras materias, muy necesarias para defenderse en esta vida, pero olvida la regla de oro. 
Queda claro pues, que esta primera asignatura la tenemos suspendida sin la regla y que por más que se estudie y se saque una carrera, está sin una base sólida donde se asienten los conocimientos adquiridos, para después poder desarrollarlos a gusto de todos, no nos servirá de nada, al contrario, es poner en las manos oficios a unos incompetentes, un poder del que abusaran y harán mal uso para descreimiento de la sociedad.Además como siempre, solo unos pocos dispondrán del privilegio de estudiar y pagar las interminables facturas que suponen las matriculas, libros, materiales, equipamientos, desplazamientos y dietas, pero eso ya es otro cantar de cantares, que cantaremos otro día en otro escrito.Jordi Cabré Carbó


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