En mi humilde opinión, ser padres se lleva todos los números y por tanto le tocan todos premios y honores. Es algo que no puede enseñarse o aprender en un curso acelerado y que está profundamente relacionado con tus principios y tu capacidad para saber filtrar tus propias impurezas, a cada momento y cuando las detectas. De todas formas, en mi opinión yo siempre veo a tres tipos de padres .
Los primeros, muy tolerantes y modernos. Dejan a sus hijos ir y venir, sin saber nunca a dónde van, de donde vienen y mucho menos con quien hablan, juegan o comparten tiempos de ocio con ellos. Pero hay causas que según ellos, lo justifican: sus compromisos sociales y sus importantes trabajos y aficiones, que ocupan todo su tiempo.
De los segundos, no tengo cualificación, transmiten a sus
Y los terceros, que dedican a su familia todo el tiempo que pueden, porque les apetece y porque es lo que les llena el bolsillo, el corazón y el espíritu. Sin ninguna duda opino que son el ejemplo a seguir y que harán crecer el buen entendimiento, la conexión y crear unos buenos principios a esos seres indefensos y moldeables y que son el futuro del mundo. 
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